Nacionales 12 de febrero del 2002

Corrupción ha comprado la política, la educación y los medios de comunicación: cardenal Rodríguez

San José Afp

El arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez, sostuvo ayer lunes que en América Latina la corrupción ha comprado la política, la educación y los medios de comunicación, y llamó a adoptar un acuerdo ético para garantizar la convivencia. "La corrupción compró la política, la educación y, digámoslo claro, compró los medios de comunicación, completando así el triángulo de poder", afirmó el prelado al disertar en la apertura del curso lectivo de la estatal Universidad Nacional de Costa Rica.

"Hay algunos grupos económicos que son los dueños de los medios, pero ¿quién es el dueño moral de estos medios de comunicación y de estos ámbitos económicos? naturalmente la corrupción", dijo el también ex presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, Celam.

El cardenal, de 59 años, disertó sobre el tema de la corrupción ante cientos de estudiantes y académicos del centro de enseñanza costarricense, con sede en la ciudad Heredia, unos diez kilómetros al norte de la capital.

Rodríguez se interrogó cómo pueden mantenerse incólumes los medios de comunicación, si son manejados por aquellos grupos económicos y políticos en donde se hace presente la corrupción.

"La corrupción lo invadió todo, se apropió del lenguaje y del pensar encubriéndose a sí misma bajo el pragmático pensamiento de que lo que no está expresamente prohibido está tácitamente permitido, y cuando una sociedad defiende desde el ámbito liberal que lo que no está prohibido está permitido, abre todo el camino para la corrupción", advirtió.

El líder religioso, quien fue nombrado cardenal hace un año, enfatizó que un acuerdo ético es imprescindible si se aspira a convivir en sociedad, y recordó que la ética pública es inseparable de la ética privada.

"No se puede suponer que en una misma persona concurran las facetas de un corrupto público y un honesto privado, así como tampoco es posible encontrar a alguien que sea un honesto público y un corrupto privado", señaló.


 

Iglesia católica

Tribunal de Cuentas favorecerá la corrupción e impunidad

Es un simple cambio cosmético, sostiene FIDES

TEGUCIGALPA. La Iglesia católica acusó ayer a los políticos de haber creado un Tribunal Superior de Cuentas que mantiene “intacta la esencia del sistema político inmoral que ha favorecido la corrupción y la impunidad, profundizando el dolor y la agonía de los pobres”.

En la opinión editorial de su semanario FIDES, la Iglesia católica expuso que para asegurar el éxito del Tribunal Superior de Cuentas es imperativo que los magistrados se seleccionen por un sistema participativo para que sean ciudadanos con capacidad profesional, integridad moral y carácter.

La iglesia cuestiona la elección por acuerdo entre los partidos políticos porque “se trata de un simple cambio cosmético, puesto que en la creación del nuevo organismo del Estado permanece intacta la esencia del sistema político inmoral que ha favorecido la corrupción y la impunidad, profundizando el dolor y la agonía de los pobres”.

En el editorial se recordó que históricamente el país ha invertido miles de millones de dólares sin que haya habido mecanismos adecuados para asegurar su correcta utilización.

Debido a ello “no se ha evitado la corrupción en los distintos niveles de la administración pública y de particulares. Corrupción que ha drenado las arcas estatales para llenar bolsillos de delincuentes de cuello blanco”.

Es cierto que hay una legislación para castigar a los corruptos e instituciones encargadas de vigilar porque no haya corrupción en el gobierno, pero sus titulares han sido nombrados por negociaciones políticas, y su objetivo ha sido “cuidar las espaldas de los funcionarios salientes”, critica el semanario católico.

Según el periódico, ante esta realidad nace la idea del Tribunal Superior de Cuentas para darle mayor vigor a la responsabilidad administrativa y rendición de cuentas, para funcionarios públicos e instituciones del Estado.

Sin embargo, se ha optado por la negociación política provocando un cambio superficial sin superar los esquemas antiéticos de la sociedad y olvidando las palabras sabias de Jesús: “A vino nuevo... recipientes nuevos”. La iglesia considera que el gobierno no debe asumir las responsabilidades que puedan desarrollar los individuos o las organizaciones de la sociedad civil, y una de ellas es la de asegurar la rendición de cuentas de los funcionarios y organismos públicos.


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